De frente a la auto-importancia

De frente a la auto-importancia, no queda más que rendirse… aceptar que son los miedos de otros tiempos, la inseguridad y la incertidumbre los que fracturan la verdadera inspiración, los que derriten la confianza y boicotean la creación. El problema de la auto-importancia es uno solo: que te desconectas de tu esencia divina, esa que hace que inspires ideas y exhales posibilidades. La auto-importancia al final paraliza. ¡Qué presión ser tan importante! La justa medida de lo que vales hará al final que realmente lo seas.